Cuando tenía 16 años empecé a tener dolores de barriga acompañados de vómitos y diarreas constantemente. Al principio, como piensa casi todo el mundo, creía que tenía una simple gastroenteritis que se me estaba alargando, pero con el paso de las semanas y sin notar ninguna mejora decidí acudir al médico. Estuvieron un tiempo haciéndome pruebas de la intolerancia al gluten y a la lactosa, y pese a que cumplía algunos de los parámetros de los dos test, no era suficiente para determinar que la totalidad de mi problema se debería a la intolerancia hacia estos componentes. Entonces digamos que llego la segunda fase, protagonizada por las ”queridas” gastroscopias y colonoscopias. Después de realizarme dos pruebas de la primera y una de la segunda, el doctor determinó que mi problema era la enfermedad del colon irritable acompañada de cierto grado de intolerancia hacia el gluten y la lactosa. La cuestión fue que durante todo este proceso y la consecución de éste, yo llegué a perder 10kg (de 78kg a 68kg), además de sentirme bastante débil y falto de energía durante el día a día(escolar, deportivo…). Pero como hasta día de hoy esta historia tiene un final feliz, todo este rollazo deprimente que os he escrito en los parágrafos anteriores quedó atrás, una vez aprendí a aceptar y convivir con la enfermedad. Posteriormente, volví a recuperar los 10kg e incluso llegué a duplicar esa cifra (de 68kg a pesar casi 88kg)(me emocione al ver que me volvía a sentar bien la comida) y lo más importante, volví a recuperar esa energía y vitalidad tan necesarias para la rutina diaria. Actualmente he conseguido equilibrar mi problema y he estabilizado mi peso en 80kg, además de continuar sano y resistente. En este blog MI OBJETIVO es explicar y aconsejar las cosas que yo hice (alimentación, cambio de mentalidad…) para aprender a controlar la enfermedad, y de esta manera poder ayudar a todas aquellas personas que la padecen o tienen algún problema similar, y a tod@s aquell@s padres/madres que al igual que los míos en su momento, se encuentran preocupados y perdidos ante esta nueva situación de sus hij@s. Porque lo que quiero que quede claro en esta introducción, es que este tipo de enfermedades NO TE IMPIDEN llevar una VIDA NORMAL Y FELIZ, simplemente has de aprender a convivir con ellas.

¿Qué es el gluten? El Gluten es una glucoproteína que se encuentra en la semilla de muchos cereales combinada con almidón. Representa un 80% de las proteínas del trigo y está compuesta de gliadina y glutenina. El gluten se puede obtener a partir de la harina de trigo, centeno, avena y cebada, lavando el almidón, es responsable de la elasticidad de la masa de harina, lo que permite que junto con la fermentación el pan obtenga volumen, así como la consistencia elástica y esponjosa de los panes y masas horneadas.

A las personas con intolerancia, el gluten les daña la mucosa del intestino delgado, impidiendo una digestión normal. Los síntomas más frecuentes son: diarrea con heces voluminosas, malolientes y brillantes, los vómitos, la falta de apetito y la pérdida de peso. Tras eliminar el gluten de la dieta el intestino vuelve a funcionar con normalidad. Las personas celiacas tienen una predisposición genética, heredada, normalmente suelen haber miembros de la misma familia con intolerancia al gluten, pero no necesariamente desarrollan la enfermedad. Cuando se manifiesta la enfermedad celíaca muchas veces puede ir acompañada de una intolerancia a la lactosa, que en muchos casos es pasajera y desaparece con el tiempo.

La lactosa es un azúcar que está presente en todas las leches de los mamíferos: vaca, cabra, oveja y en la humana, también puede encontrarse en muchos alimentos preparados. Es el llamado azúcar de la leche, (C12, H22,O11) disacárido natural compuesto de glucosa y galactosa.

La lactasa es un enzima producida en el intestino delgado, que juega un papel vital en el desdoblamiento de la lactosa (proceso necesario para su absorción por nuestro organismo) en sus dos componentes básicos: glucosa y galactosa. Si los niveles de lactasa son bajos o ésta no realiza bien su labor desdobladora, aparecen dificultades para digerir la lactosa. La intolerancia a la lactosa significa que no hay suficiente enzima (lactasa) en el intestino delgado para romper toda la lactosa consumida. La lactosa digerida parcialmente pasará al intestino grueso y puede provocar:Náuseas,vomitos, dolores, gases e hinchazón abdominal, diarrea, etc. También es conocida como intolerancia a productos lácteos, deficiencia de disacaridasa, deficiencia de lactasa, intolerancia a la leche.